
Descubrir el Delta desde el cielo, en un vuelo -casi- propio
Una empresa ofrece experiencias de vuelo en avión con piloto privado. Para festejar, aprender o solamente disfrutar de la altura y sus vistas.
La pista del aeropuerto de San Fernando está iluminada por el sol de mediodía y aunque es un día de semana, los vuelos privados que salen desde allí parecen autos en una rotonda, esperando el turno para colarse por el aire.
El ajetreo es habitual en estas pistas, que reciben alrededor de 50 vuelos por día entre jets privados y chárters.
La mayoría de los pasajeros son empresarios, ejecutivos -políticos también se ven- y algunas familias que cruzan el charco rumbo al Uruguay.
También están los que quieren vivir durante 45 minutos la experiencia de subirse a una avioneta, con piloto privado y un minibar con bebidas sin alcohol para brindar en el vuelo.A quién no le gustaría?
Para estos probadores de vivencias únicas nació Fly On Ba, una empresa que ofrece un catálogo de cuatro opciones: vuelo romántico, piloto por un día, vuelo familiar y vuelo con amigos.
Todas son exclusivas y empiezan cuando un chofer privado nos lleva al aeropuerto de San Fernando hacia un avión ciento por ciento privado (vamos a repetir esta palabra porque así es como la empresa lo comunica con insistencia).
En la sala VIP tomamos un café y nos empezamos a entusiasmar con lo que vendrá.
Una vez en el avión (nos tocó un biplaza), al que llegamos paseando sobre una alfombra permanecemos sentados a la derecha del piloto, con 360 grados de visión, durante 40 minutos.
Nos intercomunicamos con los headset (auriculares con micrófono en el que hay que hablar sin interrupción ni respiro para que no se corte la frase) y, porque queremos la experiencia full, nos servimos gaseosas y unos snacks del minibar que está a nuestra dispoción.
Sobrevolamos las islas de la Bahía de Nordelta con sus embarcaciones estacionadas, las mansiones con piletas, sus espacios verdes y más y más caserones igualados por la altura.
Más allá se perfila la Rueda de la fortuna, el canal del remo con los kayaks deslizándose como hojas sobre el agua; se ven los barcos junto al Dique Luján, los techos verdes a dos aguas del Puerto de Frutos.
El recorrido dura entre 35 y 45 minutos. El más extenso, incursiona sobre el río de la Plata y se asoma en contrapicado a la histórica isla Martín García, una mancha verde en medio del chocolate.
Un servicio destacado de Fly On BA es que es posible contratar la filmación y edición de video en una GoPro HD y nos ofrecen un selfie stick para tomar fotos con el celular. Detalles que hacen a la excelencia.
Para más información sobre Fly On B: www.flyonba.com