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Alma Natura: donde comer vegetariano no es un sacrificio ni es aburrido

Ni mucho menos, nos tiene que hacer renunciar al placer. Así lo dice Mariana Guada, la propietaria de este restaurante que tiene sede en Vila Center y en Paseo Champagnat, en Pilar.

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Otro de los lugares lindos que uno se encuentra en el también muy lindo paseo Vila Center de Pilar: Alma Natura, el restaurante vegetariano y vegano cuya cocina basada en plantas y semillas es antes que nada, riquísima. También sana, consciente y cuidadosa con el ambiente.

El secreto de estos sabores está en la cabeza de su creadora, Mariana Guada, famosa en la zona -y cada vez más lejos- por su producto estrella: el sándwich de medallón de portobellos. “Para lograr que las personas reacias a experimentar los sabores de la comida vegetariana o vegana vencieran la resistencia, necesitábamos de un conjunto de sabores que te acariciara el alma. Por eso, después de muchas pruebas logramos el sándwich definitivo que vuelve fanáticos a propios y extraños”, nos explica.

Mariana, como un ritornelo, dice que su cocina no es aburrida y que comer sano no tiene que ser un sacrificio, y mucho menos hacernos renunciar al placer.

No lo hace.

En Alma hay wraps aptos para indecisos: el Mexicano (creemos que es la puerta de entrada para los que están conociendo el lugar) con guacamole, lentejas y queso vegetariano o vegano; el Clásico (el más elegido) con hummus, vegetales salteados y semillas activadas; o el Newyorker (tal vez el que más sorprende) con garbanzos especiados, quínoa y hummus de remolacha.

“Todos están elaborados con una micromasa de harina integral orgánica. Y para aquellas personas no consumen harina, tenemos el Wrap Raw, elaborado con una masa de semillas deshidratadas y relleno de hongos frescos, brotes y queso de cajú”, nos tienta y la vemos orgullosa de su cruzada por vencer prejuicios y cuidar el planeta.

También están las pizzas (Fugazzeta, Napolitana, Gourmet): unas delicias elaboradas con harina integral orgánica y facturadas con masa madre. “Estas pizzas tienen su versión libre de gluten, ya que pudimos obtener discos de pizza igual de ricos que los tradicionales, en base a una semilla llamada mijo”, explica.

La carta es larga, pero no se conoce Alma si no se prueban sus dulces: el crumble de manzana (receta ultra archivada elaborado solo por Mariana), la torta vegetariana de chocolate gluten free y el cheesecake raw vegan.

En este mediodía de otoño, nos sentamos en la terraza junto a la huerta y bajo la guía de Mariana disfrutamos de este brunch y nos sentimos bendecidas porque probamos:

-Frutas de estación;
-Toston de masa madre, huevos revueltos y palta;
-Carrot cake;
-Chocotorta;
-Alfajores de maicena, de chocolate y de almendras;
-Rogel;

-Cheescake raw vegan;

-Torta vegetariana gluten free.

Volveremos una de estas noches -abren hasta las 24:00- para probar los wraps, las pizzas de masa madre, las pastas, u otras tortas como el crumble de manzana y el cheescake de maracuya.

Por su cocina consciente, por crear experiencias en cada plato, por arrimarnos sabrosamente (a los que no lo somos) a la cocina vegetariana y vegana y, sobre todo, por cada manjar que elaboran con tanto amor dedicado, elegimos a Alma como el restaurante que se debe conocer y degustar ya mismo.

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