
Misericordia Grimaldi: el desembarco de las milanesas que no piden perdón. Ni permiso.
Esta “dark kitchen” de los hermanos Valentín y Joaquín Grimaldi estará pronto en Zona Norte. La cocina exclusivamente de delivery que se ubica entre el cielo y el infierno.
Misericordia Grimaldi, la cocina -no restaurante, no bar, no barra- desde donde se despachan milanesas y pastas ya célebres por sus autores, se instalará pronto en distintos barrios de Zona Norte.
A estar atentos ante el aterrizaje de esta “dark kitchen” (las “cocinas fantasmas” que elaboran comida exclusivamente para enviar a domicilios mediante delivery), porque los hermanos Valentín y Joaquín Grimaldi prometen no tener piedad y profundizar esta propuesta familiar, sabrosa, abundante y popular.
Estas estrellas de la gastronomía se balancean entre el firmamento digital y el analógico: Valentín, el de la comida callejera y familiar, el jurado querible del programa “Food Truck Challenge”, de Sony Channell, el autor del libro “Rock en la cocina”, el influencer con más de 232.000 seguidores en Instagram.
Joaquín, ex pastelero del Four Seasons, autor del libro “Cielo e infierno”, el de la cocina elegante, precisa, glamorosa.
Ambos, exquisitos.
“Misericordia Grimaldi nace del juego que tenemos nosotros dos de andar entre el cielo y el infierno; siempre tuvimos eso de estar en el medio, entre la parte angelical y la parte medio satánica, entre la oscuridad y la iluminación”, define Valentín, brazos tatuados, barba renegrida, un canto a la honestidad en un medio -Instagram- en el que la impostura es un bien apreciado.
Antes de la pandemia, pensaban abrir un restaurante todo lo tradicional que se podría pensar de la unión de estos opuestos, pero giraron sobre los talones y fueron probando con el delivery: comida elaborada envasada al vacío, congelados varios y finalmente, la luz, corporizada en pastas y milanesas listas para enviar a domicilio.
“Queríamos ofrecer algo más familiar y transformamos esa propuesta más de autor, de platos elaborados, en productos congelados. Y ahí fue un boom de Misericordia”.
Vamos a sentarnos a este banquete celestial que llega en moto. “Somos felices mandando felicidad”, dicen ellos desde sus redes.
Estas son sus creaciones más pedidas -bonus track: los imperdibles comentarios que acompañan cada posteo en las redes de @misericordiagrimaldi.
-Milanesa con papas fritas: “Hasta la más careta de nuestras milas es un montón”.
-Milanesa con panceta, huevo frito y queso: “Solo entramos a decirte hola. Y a darte hambre”.
-Milanesa con mozzarella, provolone y salsa criolla: “Dale que se prende la nave y esta salvajada puede estar en tu casa”.
-Milanga “gente de bien”, de pollo o de ternera, con salsa blanca, mozzarella, hongos asados y verdeo. “Ya sabés que si no tenés ganas de cocinar nosotros llegamos al toque”.
-Ñoquis: “Ya probaste nuestros ñoquis? Bueno, estás a tiempo porque la vida siempre da revancha”.
-Milanesas con huevo frito: “Con la nave en órbita, ahí, cuando tu cabeza se transforma en milanesa”.
-Ravioles: “Acordate que si te estás cuidando también tenemos pastas, sí claro”.
Con dos “dark kitchen” en Ciudad de Buenos Aires al mando de Valentín y otro par que abrirán el año que viene en Zona Norte, los fieles de los hermanos Grimaldi pueden amenizar la espera disfrutando del espectáculo que ofrece Valentín en su Instagram, en el que intercala escenas de su vida como padre, grabaciones para Sony, recetas tentadoras, colaboraciones con restaurantes o colegas y filosofía urbana.
“Misericordia Grimaldi tiene que ver con perdonar los pecados, sobre todo el pecado de la gula que sentimos todos con la comida rica”, dice Valentín.
Por sus milanesas y pastas “a precio de pueblo” sabrosas y exacerbadas, por su falta de impostura y porque su comida es la redención del hambre y el antojo, elevamos a Misericordia Grimaldi a la condición de imperdible.