Babycoffee: la primera cafetería babyfriendly de Zona Norte está en Martínez
El sueño de todo mapadre, del abuelo o la abuela, de tíos o de quienes portan bebes: un café de especialidad con delicias para comer, una ambientación luminosa y relajante y, en el fondo, una sala de lactancia, un cambiador, un espacio con juegos y libros que se pueden llevar a las mesas. Bienvenido!
Fausto, un bebé de 8 meses, no lo puede creer. Gatea por el piso inmaculado de madera, se agarra de las patas de las sillas también de madera y se trepa, pero no pasa nada porque las mesas no tienen puntas salientes.
Tampoco lo puede creer su mamá que, minutos más tarde, lo cambia en un cuarto especialmente acondicionado, con mesada alta, paredes impecables, donde también hay un rincón de lactancia.
“Fueron ocho años pensando en esta propuesta”, cuenta María José Scolari que, junto con su marido Alejandro Rivarola, vieron la necesidad cuando tuvieron su primer hijo. La epifanía ocurrió una tarde en la que con su amiga Estefi Colombo -sí, la reconocidísima chef- cargaban bolsas de juguetes y carritos y no encontraban un sitio en el que sentarse a tomar un café.
Esa es la propuesta de Babycoffee, un espacio ciento por ciento amigable con los bebés en el que se puede tomar un café riquísimo -un blend elaborado para la casa por un tostadero de Luján- y comer su pastelería artesanal (chocotortas, scons, cuadrados de manzana, cheescakes, alfajores de chocolate y dulce de leche). Y, desde marzo, huevos revueltos, avocados toasts y sandwiches.
Todo en un ambiente que no es infantil pero que cuida detalles como los cubre enchufes, las rampas de acceso, el espacio amplio entre las mesas.
“Surge de una necesidad personal -cuentan María José y Alejandro-, cuando nació Juampi, nuestro primer hijo, de poder disfrutar una merienda en familia, y no encontrar donde hacerlo sintiéndonos cómodos”, explican sobre esta propuesta que nació un poco antes de la pandemia, y la sobrevivió.
Por las mañanas, al mediodía o por las tardes, suele verse mapadres, abuelos, “que saben que la propuesta contempla especialmente a los niños”. Pero también amigas y amigos, sin niños, que disfrutan de las especialidades de la casa y del ambiente sereno que, curiosamente, se respira allí.
Mobiliario de madera clara, paredes blancas, cuadros modernos y luz, muchísima luz.
“Esto fue muy pensado”, repite María José. “Hasta habíamos imaginado un pelotero alrededor del cual disponer las mesas y nos dijimos que no era eso, que debíamos proponer un lugar que disfrutaran todos, grandes y chicos, y que diera paz”.
Babycoffee vino a satisfacer una demanda en Zona Norte, donde hay muchas familias jóvenes y en la que emergen cada vez más propuestas que son habituales en la Ciudad de Buenos Aires, que comienzan a saltar la General Paz.
Los productos se elaboran en el lugar o se compran a proveedores también emprendendores, que elaboran de manera artesanal y de alta calidad.
“Todo lo que ves acá antes de ganarse un lugar en la carta, lo probamos y comparamos. Si no nos gusta a nosotros, no lo incorporamos. Es importante que te guste lo que estás vendiendo”, define Majo.
Porque es el primer café babyfriendly de Zona Norte; porque amamos el local con sus espacios para mapadres y sus niños; porque mima con sus productos riquísimos a progenitores, cuidadores, acompañantes; porque Zona Norte necesitaba un lugar así, elegimos a Babycoffee como un café para visitar y disfrutar.